Un servicio funerario debe ser tan único como la persona a la que honra. 

Asumir la muerte como algo natural y poderlo convertir en un acto de amor hacia nuestros allegados puede resultar complejo. Pero, más allá de nuestras creencias o convicciones, la muerte como realidad física es inevitable. Por tanto, en la medida que planificamos cada uno de los detalles de nuestra despedida del mundo terrenal podemos contribuir a que esta resulte más emotiva,  vívida y fácil de superar por parte de nuestros seres allegados.